Diálogos Eutópicos con Pepe Menéndez

En el marco de las iniciativas del Ecosistema de Innovación de Eutopía, durante el 2019 se realizaron dos encuentros con especialistas internacionales abiertos a directivos de todas las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. A esta iniciativa se la denominó “Diálogos Eutópicos” y se propuso como un espacio de intercambio y reflexión entre Eutopía y representantes de otras experiencias locales e internacionales. Principalmente se buscó pensar junto a otras experiencias de innovación y trabajo en red cuáles eran los impulsores de un cambio cultural, y cómo era posible pensar un modelo de cambio que resultara sostenible y escalable en el tiempo.

En el primer encuentro, celebrado en el mes de Julio, dialogamos con Josep “Pepe” Menéndez, asesor internacional de educación e impulsor del proyecto Horitzó 2020 de Jesuitas Educación en Barcelona. Reflexionamos acerca de los desafíos para impulsar la transformación escolar.

La jornada comenzó con el interrogante “¿Qué escuela queremos para el futuro?”

La primera idea clave en un proceso de cambio es tener claro el propósito de lo que vamos a hacer, es decir, hacernos algunas preguntas tales como ¿qué escuela soñamos? o ¿qué tipo de educación queremos?”. Preguntas claves que nos remiten a lo que fueron los inicios de nuestra propia experiencia en Eutopía (descargá nuestro libro para saber más)

Pepe Menéndez, señaló que es necesario un cambio cultural: “todas las escuelas del mundo, sean privadas o públicas, tienen sus propias características, limitaciones, problemáticas y en consecuencia, diferentes oportunidades de cambio. Es por ello que se torna muy importante trabajar en red para poder intercambiar experiencias”.

Continuaba diciendo: “Las escuelas que componen la red de Eutopía se animaron a transitar ese camino de cambio cultural. Debemos ser conscientes de que la educación ha ido hacia unos caminos más académicos, más cerca del tecnicismo, y es justamente esto lo que confronta con las nuevas miradas y necesidades del siglo XXI. El desafío es grande, pero por suerte la mayoría de los países del mundo ya están hablando de la necesidad de innovar en las formas de educar”*.

Posteriormente el especialista presentó 5 claves para abordar el cambio educativo-cultural:

– El cambio también puede empezar en la escuela: “El cambio se gesta motivando espacios de reflexión, es necesario comenzar a pensar en el futuro de nuestros alumnos. Podemos construir conocimiento y saber que este conocimiento también puede nacer desde las bases, desde las escuelas, con mucho protagonismo de los directivos, de los docentes y de los alumnos”. 

– Centrar la educación en el alumno: “Hoy la educación se tiene que centrar mucho más en la persona, en su autoconocimiento, en su capacidad de creación de una sociedad mejor. Esto es lo que caracteriza a todas las escuelas del mundo que están detrás de la transformación e innovación, como se da en las escuelas que conforman la red de Eutopía”.

– Volver a incentivar el gusto por el aprendizaje: “Uno de los principales síntomas que hacen pensar en la necesidad de un cambio del sistema educativo, es el aburrimiento y la desconexión de los alumnos con la escuela. Necesitamos volver a generar el gusto por el aprendizaje, el interés por vivir el tiempo escolar, para lo cual los jóvenes deben ser protagonistas y para lograr esto, se necesita construir otros escenarios de aprendizaje y que los mismos alumnos cuenten con herramientas de autoevaluación”.

– Cada escuela debe experimentar el cambio con autonomía: “La organización escolar debe ser autónoma y abierta, no puede ser igual en todas las escuelas porque los contextos son distintos. Por eso, cada escuela debe centrarse en lo que deben aprender los alumnos y tener la libertad para hacer que suceda. El cambio es posible para todos los centros educativos, privados o públicos, con más o menos recursos”.

– Revalorizar el rol del docente: “Los docentes también deben transitar el proceso de romper con estructuras arcaicas de la enseñanza tradicional. Deben encontrar una armonía entre sus intereses y motivaciones con el conocimiento y las competencias de los jóvenes, y principalmente, no quedarse dando vueltas en los conflictos, en los problemas, en los obstáculos que se presentan en el día a día. Hay que tener en claro el propósito, crear el tiempo y trabajar en pro del futuro de los jóvenes del siglo XXI”.

(*) A propósito de la potencia de gestionar el cambio educativo en red recomendamos la lectura de la nota publicada en Panorama donde se recuperan algunos de nuestros aprendizajes más recientes en contexto de pandemia que creemos valiosos compartir (ver más aquí

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