La clase en contexto: claves para una experiencia educativa significativa

Durante los meses de mayo y junio llevamos a cabo los colaboratorios docentes con el objetivo de seguir creando en red. Estos invitaron a los docentes a pensar las prácticas de enseñanza y evaluación, contextualizadas en la escuela actual. A continuación, compartimos un resumen desde las voces de los protagonistas. 

¿Qué es la clase en contexto? ¿Cuándo empieza y cuándo termina? ¿Qué anticipaciones didácticas debemos hacer para el entorno presencial, el virtual sincrónico y el virtual asincrónico? Estas son algunas preguntas desde las que partimos para pensar el encuentro. 

Previo al encuentro invitamos a los docentes a compartir una imagen que para ellos representara la idea de clase y la acompañaran de un breve comentario donde se explicaran los motivos de la elección. Compartimos aquí las intervenciones. 

Durante el encuentro realizamos una actividad en grupos en la cual los docentes debían imaginar nuevas propuestas de clase a partir de pensar: Qué pasaría si… 

  • la clase durara una semana
  • si la dieran los estudiantes
  • si no terminara en el encuentro en vivo. 

A partir de esto, acercamos la idea de la clase como una experiencia. Como explica Maggio, la clase es una invención lo cual convierte a los docentes en diseñadores de experiencias. Considerando esto, una docente redoblaba la apuesta mencionando que los docentes en verdad somos “disoñadores” haciendo alusión a los sueños. ¿Qué significa ser diseñadores de experiencias?:

Para pensar diferentes experiencias de clase significativas exploramos distintas alternativas de “montajes” y “ensambles” posibles a fin de atender las trayectorias heterogéneas de nuestros estudiantes. El montaje es aquel proceso de edición en el cual la película toma sentido. A partir de esto, pensar el diseño de clases como montaje implica diseñar la experiencia con sentido pedagógico. En cuanto al ensamble, desafiamos el rol de los tiempos y los espacios: la clase sincrónica y asincrónica, la clase de unas horas o de una semana, la clase fuera o dentro del aula. 

Con respecto a esto los docentes comentaban que la clase es ese espacio donde nos reencontramos con nuestros alumnos y compartimos experiencias únicas y significativas. Y llegaban a la conclusión de que: “La clase NO es el aula” (o no sólo ocurre allí). 

Por último, nos dispusimos a pensar las clases a partir de alguna metáfora como proponen Anijovich y Cappelletti. 

“Navegar mar adentro” 

A partir de esta metáfora un docente compartió: “para ir mar adentro necesito ir acompañado, no puedo ir solo, para enfrentar los desafíos que se  nos puedan presentar”. Si bien esto puede leerse desde el rol de un estudiante que viva esa clase, surgió algo que le dio una vuelta de tuerca al comentario. Una colega respondió: “vamos con vos, ¡estamos en el mismo barco!”. Esto nos llevó a pensar en la construcción colectiva de la experiencia de clase. 

Antes de cerrar el encuentro invitamos a que volvieran a mirar las imágenes que compartieron en el padlet y nos contaran con qué reflexiones o ideas se iban del encuentro. 

“Me quedo pensando en la clase que da libertad, que mueve (cuerpo, alma), que interpela espacios y más en estos momentos”, “Si mi idea inicial es que la clase es una jaula, ahora diría que es un bastidor en blanco”, “para mí la clase tiene que ser ese encuentro donde todo es posible, incluso si no lo pensé yo”, “la clase es un entramado, uno teje y desteje constantemente”, “estamos en el detrás de escena, no somos más los actores principales”

Agradecemos a todos y todas las que se sumaron a seguir pensando colaborativamente nuevas propuestas de clase. 

¡Seguimos caminando en red!

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